En este viaje hemos recorrido mi hijo y yo el sur de Francia de este a oeste. A diferencia de otras veces no hemos seguido una ruta de larga distancia o eurovelo. Mirando el mapa de la AF3V hemos enlazado varias vías verdes y veloroutes, para salir de Beziers, y llegar hasta Agen para luego regresar en tren. Este rollete, implicaba seguir perfiles con ligeros desniveles, y tener que buscarnos la vida para unir las etapas si no había ruta ciclista. Al final el resultado ha sido genial aunque ha requerido de cierto estudio y planificación antes del viaje. La sensación con la que volvemos es que hemos subido un pequeño escalón en lo del cicloturismo.
Mi hijo llevaba la Riverside 900 pero yo estrenaba mi Kona Rove para viajar, lo que me dejaba muchas dudas de si me iba a funcionar tantos días y kilómetros. Otros detalles que yo veo importantes para un viaje como este, fuera de vías segregadas, es ver y hacerse ver. Por eso, para lo primero me puse un espejo retrovisor en el manillar. Para lo segundo chalecos reflectantes y luces de alta visibilidad. Los conductores franceses son respetuosos pero aún así tuvimos dos sustos.
El primer día se trataba de llegar desde Beziers a un camping lo más cercano nuestra primera vía verde y eso estaba en Laurens. Para llegar allí había planificado una ruta con google maps, pero luego sobre el terreno el mismo recorrido estaba señalado y era por caminos muy tranquilos. Eso si lloviendo y con frío, por eso acortamos por una comarcal.
VIA VERDE DE HAUT LANGUEDOC – PASSA PAIS
Esta vía verde empieza en Bedarieux, pero nosotros improvisamos y recortamos el camino, y la empezamos en Herepian. Si no lo hacíamos, nos salían muchos kilómetros y desnivel. Aun así nos comimos una subida y bajada guapa por el arcén de la D909A. Ya dentro de la vía verde teníamos por delante más de 70 km por un camino firme pero polvoriento que dejó nuestras bicis y cuerpos como salidos de una fiesta de narcos. El paisaje era abrupto y muy mediterráneo, y nos recordaba a nuestra sierra de espadan, en Castellón. El recorrido era en ligera subida y con mucha sombra. Como no, también pillamos túneles. Pasamos una zona de rampas durillas, para luego llegar a la máxima altitud de la vía. Después ya vino un suave descenso hasta Mazamet, donde acaba la vía, muy cerca del camping municipal. Aquí puedes descargar el folleto de la vía verde Haut-Languedoc, muy recomendable por su belleza.
CHEMIN DES DROITS DE L´HOMME
La siguiente vía verde empezaba en Castres, y para enlazar desde Mazamet elegimos una carretera comarcal (D-612) con poco tráfico pero unas rampas que nos pusieron las pilas. En Castres en el centro se nos abrió ante nosotros el río Agout con sus casas colgantes, simplemente espectacular con la luz de la mañana. Nos liamos un poco pero por fin dimos con la vía verde chemin des droits de l´homme que sale del centro de Castres. Aquí el folleto oficial. Ésta era polvorienta y sosona, puesto que iba entre campos de maíz y girasoles. Al menos encontramos fuentes, y bastante sombra. Un poco antes de Albi la vía verde se terminaba sin señales y había que coger carretera. Para nosotros fue un poco lío llegar al camping Albirondack pero estaba céntrico y fue un gustazo dar una vuelta en bici por esta ciudad medieval y tan monumental.
VELOROUTE VALLEE DU TARN
Nuestro siguiente destino era Montauban para llegar hasta allí parte del camino era una Veloroute, un recorrido por calles y caminos rurales muy bien señalizado que nos llevaría hasta Saint Sulpice. Ese fue el día de más calor, y eso se notaba por la falta de sombra en el camino. Al menos el río Tarn iba cerca de nosotros lo que nos refrescaba moralmente, y era muy llana la etapa. Paramos a comer en Rabanstens y cuando nos marchamos nos dimos cuenta que en el río había una zona de baño llenita de gente. No bajamos por pura pereza para volver a subir, además teníamos mucho camino por delante.
Con tanto calor, parábamos a tomar algo en cada pueblo que pasábamos. Mientras nos ventilábamos un helado en el final de la veloroute, Saint Sulpice, decidimos tirar hasta Villemur sur Tarn, donde había un camping tan pequeño que ni salía en google maps. Preparé la tienda de campaña para la tormenta que se aproximaba. La Geertop, aguantó. Por suerte nos dio tiempo de dar antes una vuelta por el pueblo, realmente chulo y con un intenso pasado medieval. Esa jornada con 94 km habíamos batido nuestro record personal de km en un día. Aquí la guía oficial.
LLEGAR HASTA CAHORS
El día salió muy nuboso, y con todo mojado de la noche anterior. Con ese panorama teníamos que llegar a Cahors. Teníamos más de 75 km por delante, y cientos de metros de desnivel. Por eso fuimos conservadores y decidimos llegar a Montauban para subir con tren a Cahors. Eso nos dejaba la tarde libre para pedalear por el valle del Lot, y avanzar un puñado de kilómetros. Siguiendo el track de casa íbamos por caminos, aunque un señor nos aconsejó tirar recto por una carretera (D21) que nos llevaba directos y con poco tráfico. Tuvimos un susto en un cruce porque un energúmeno con prisa casi nos arrolla al girar.
Viendo las cuestas y nubarrones antes de que el tren nos dejase en Cahors, creo que acertamos, o al menos me libré de posibles reproches de mi hijo. Como el tren nos dejó a eso de las 16:00 teníamos prisa por empezar a pedalear, por eso no visitamos Cahors. Lo malo es que al salir de la estación salimos por el lado equivocado y nos perdimos el pont Valentré. La salida era por una zona de centros comerciales, unas cuantas cuestas, pero pronto tomamos unos caminos que nos llevaron hasta el camping en Caix, a la orilla del Lot. Muy cutre pero barato.
VELOROUTE DEL VALLE DE LOT
Esta era la parte del viaje menos planificada. Al llevar una guía muy completa, podíamos improvisar sobre la marcha, solo se trataba de cuadrar los km que nos faltaban y los días de vacaciones. En esa zona el río Lot va encajonado por un lado (o ambos), formando enormes meandros y la vegetación es exuberante. Además hay pueblos y castillos como colgados del río, con lo que por las mañanas había que parar para hacer fotos a las postales que se nos plantaban. Tanta belleza emborrachaba, y el Valle del rio Lot es de lo más chulo que hemos hecho con bici.
La señalización es de 10, y siempre que puede te saca de las carreteras, para llevarte entre viñedos, y frutales con casonas de piedra, chateaus y graneros de paja. Parecía que allí se había detenido unos siglos el tiempo. Todos los pueblos tienen casas y calles de sabor medieval, y hay muchos lugares para hacer canoa o kayak. Fue una pena no tener tiempo para navegar. Además hay rutas alternativas para visitar castillos o lugares pintorescos. Lo que pasa es que mi hijo no es de ver muchas cosas, por eso cuando le hice subir más de 175 m en cosa de 1,5 km para subir a Penne d´Angenais y su centro medieval, casi me mata. Ese día lo dejamos en Saint Sylvestre en su camping super coqueto y barato a orillas del Lot.
El tercer día por el valle tuvo su primera parada en Villeneuve sur Lot, allí si que dimos una vuelta para ver la plaza medieval, y las torres que hacían de puertas. Al salir el camino era una vía verde asfaltada, que en un momento se desviaba. Por adelantar nos tiramos a la piscina y seguimos recto sin saber si nos tocaría recular. De esa forma pude poner a prueba el comportamiento de la Kona Rove por caminos con piedras. Las sensaciones fueron geniales, especialmente con los neumáticos que no derrapaban ni hacían clonk con los pedruscos.
Llegamos a Saint Livrade y estuvimos callejeando por el centro aprovechando que estaba cerrado por mercado ambulante. En Castelomoron casi me caen las lágrimas al comer con vino y postre por 26 eur. Y es que los precios en Francia, pican como guindillas en el ojete. Por eso cuando pillas un chollo, mola más. El valle del Lot ya se abría hasta difuminarse para fundirse con el Garona y en esa que llegamos al final de la veloroute en Aiguillon. Como era pronto decidimos tirar hasta Agen. El camino hasta el canal de Garona, no lo vimos indicado, por eso haciendo caso a don Google maps fuimos por una carretera con tráfico.
CANAL DOS MARES
Fue una gozada volver al canal dos mares y a los recuerdos de nuestro viaje de hace unos pocos años, aunque parece que hayan pasado siglos. Mirando la hora, y los kilómetros que llevábamos y nos faltaban, decidimos pasar la noche en el Moulin Saint Laurent, una casa rural en medio de maizales donde dejan acampar. Ya habíamos estado con lo que sabíamos que debíamos llevar cena y desayuno, porque cerca no hay pueblo. A la mañana siguiente tocaba llegar a Agen para tomar el Intercities destino a Beziers. Como cogíamos el del mediodía tuvimos tiempo de callejear por el centro, que además estaba cerrado en parte al tráfico por tema de obras.
Espero que te haya molado este viaje de casi 500 km en seis días por los valles del Tarn y el Lot. Una ruta que une vías verdes y veloroutes para ciclistas de nivel medio-bajo, en el sur de Francia. Para nosotros ha sido un puntazo conocer el Valle del Lot y nos quedamos con ganas de llegar hasta su fuente en un futuro. Ahora ya nos atrevemos con rutas por fuera de vías segregadas, lo que es un pasito más en nuestra familia.